Natalia Chami y Romina Bulacio
Sak estrenan “Usted Está Aquí” en Ciudad Cultural Konex, una invitación a salir
del rol de espectador tradicional y probar a ser actores, aunque sea por un rato.
Txt. Paloma Portnoy
La demanda de participación se escucha
por todos lados, especialmente en el teatro. Se le pide al público que se
involucre, que complete los significados de la obra, que haga otra cosa además
de quedarse sentado mirando. “Usted Está Aquí” podría ser una más de estas
propuestas pero no es el caso. El proyecto de Natalia Chami y Romina Bulacio
Sak le da una vuelta de tuerca a estas ideas y, aunque la demanda de
participación está -¡y cómo!-, es el planteo clásico de espectador lo que no le
calza bien. Nadie está contemplando algo que tiene lugar a cierta distancia ni
nadie se sienta a apreciar lo que hacen otros. Durante setenta minutos aquellos que compraron su entrada van a poner
el cuerpo para que la acción ocurra: van a vivir una experiencia.
Una azafata les da la bienvenida al
vuelo a los participantes y los invita a embarcar. El viaje se desarrolla en
las instalaciones de Ciudad Cultural Konex y a lo largo del trayecto las
personas recorren los distintos espacios del centro cultural ambientados según
la historia que se quiera contar. Atraviesan diferentes realidades-algunas más
familiares y otras menos- donde tienen un rol más que activo, son los
protagonistas de ese aquí y ahora. Cada uno entra y sale de un personaje según
lo que demande el momento: decir unas líneas improvisadas, cantar y hasta
bailar. Las intensidades de cada situación son muy variadas y casi no habrá
momentos de transición entre una y otra. Este choque que se da al moverse de un
universo a otro totalmente inverosímil con el anterior produce un efecto de
sorpresa y de extrañeza que, lejos de desorientar o incomodar, hace que los
sketches sean divertidos y que se escuchen risas durante todo el espectáculo.
Hasta el mínimo detalle está cuidado para que los actuales intérpretes se
diviertan en su nuevo rol y la pasen bien mientras juegan a ser un otro y
experimentan con las infinitas maneras de influir sobre la obra. La premisa
básica es estar predispuesto a responder al entorno de la
manera que más le guste y que mejor le venga al cuerpo de cada uno.
Nadie se queda afuera de lo que está
pasando y todos puede explorar sus dotes de actor componiendo la escena. Para
esto tienen que dejarse llevar, salir de su zona de confort habitual y seguir
esta variación de los libros “elige tu propia aventura”: el visitante no decide
sobre el destino pero la realidad que lo espera es siempre cambiante y se
modifica según cómo actúe. A no desesperar aquellos a los que no les gusta la
exposición porque no se trata de ser el centro y que el resto de los
espectadores lo mire ni es un truco de magia donde alguien tiene que colaborar
con el mago y hacer lo que le piden. Lo que vaya a acontecer se arma entre los
allí presentes: el que quiere tener más protagonismo puede, y el que no,
también.
Hasta acá se puede contar. Cada
función es una experiencia singular e irrepetible y requiere de un pacto tácito
de confidencialidad y complicidad entre los participantes respecto a lo que
sucede en el interior. Si se cuenta exactamente qué ocurre se pierde el efecto
que genera lo nuevo, y la sorpresa que produce el misterio y el no saber. Lo
único que queda es confiar en el boca a boca que dice “tenés que ir” y
entregarse a participar.
Todos los
martes y miércoles de julio, agosto y septiembre a las 20.00, 20.30, 21.00 y
21.30 en Ciudad Cultural Konez (Sarmiento 3131)
Entrada:
$80 (descuento con Club La Nación y Pasarla Bien)