El Viajecito de Felipe se presenta hoy en Café Vinilo
Txt Lucía
Levy
Sólo
necesitan
una silla, silencio y gente que escuche. Estos son los únicos
ingredientes necesarios para que la ceremonia se encienda. Ellos, los
narradores, fueron cuatro en el comienzo, pero ahora son tres: Juan
Manuel Tapia, Manuel de la Serna y José Luis Gallego. Desde el 2007
forman El Viajecito de Felipe, una compañía de contadores de
cuentos para toda la familia.
“Eramos
compañeros de un taller de narración y salió la idea de unirnos”,
recuerda José Luis Gallego, que además escribe sus propios cuentos,
“son más para adultos porque suelo hablar de lo escatológico y
uso mucho humor negro”, explica. Más allá de las diferencias que
nutren este trío – Manuel de la Serna, por ejemplo, es maestro
jardinero y le gusta lo infantil – todos trabajan con el género
folclórico, con los relatos anónimos del mundo y suelen mezclar
distintos géneros en un mismo cuento.
Construyen
el espectáculo como un viaje emocional en el que los
oyentes-espectadores se hipnotizan por los matices de las voces.
Difícil de encasillar, el espectáculo no es una obra de teatro,
tampoco radio en vivo, es, simplemente, una hora de magia en la que
la protagonista es la voz. “La narración oral como género
artístico es muy diferente al teatro, aunque comparten algunas
aristas. No trabajamos con vestuario ni escenografía sino que a
través de la palabra instalamos las imágenes. La escenografía y el
vestuario suceden en el inconsciente de los que escuchan”, aclara
José Luis.
Trabajan
sin micrófono, a
la vieja usanza. Los cuentos no los aprenden de memoria sino que los
internalizan, los hacen suyos. “Retomamos la idea de contar
historias junto a un fuego sin tecnificarlo. Nuestro arte tiene mucho
que ver con la espontaneidad porque no leemos los cuentos, los
contamos”, agrega. Ellos logran rescatar el oficio antiguo y
olvidado de narrar historias, oficio que primero fue desplazado por
la radio y luego por la televisión. Hoy ya casi nadie lee cuentos,
salvo algunos padres que aún se hacen un hueco durante el día para
hacer crecer la imaginación de sus hijos. Pero los adultos, los
grandes, se olvidaron del placer de escuchar una buena historia.
Para
recordar qué era lo que se sentía estar en la cama oyendo atento un
buen relato, este
martes 18 de septiembre El Viajecito de Felipe se presenta en CaféVinilo con el ciclo ‘Siesta’, sesenta minutos de cuentos de
terror. “La opinión y los sentimientos de los oyentes son
fundamentales para narrar historias porque los cuentos no se cuentan
para la gente, se cuentan con la gente. Para que el ritual mágico se
construya, tiene que haber un contrato místico entre el que relata y
el que escucha”, sintetiza José Luis. Serán sesenta minutos en
los que el público se entregará a la magia de las voces relatoras,
sesenta minutos en los que risas, miedos y tristezas serán el boleto
de ida hacia un viaje del que no se vuelve de la misma manera.
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