martes, 10 de enero de 2012

"Todo me lo tomo con humor, me crié así y un papel con pura solemnidad no me interesa"

Entrevista a Violeta Urtizberea


Txt Jacquelin Golbert | Ph Francisco Roca

Irrumpió en el mundo de la actuación, casi azarosamente, a sus seis años cuando en el “cole” tuvo que elegir entre dibujo o teatro y en ese espacio encontró “mucha satisfacción”. Con una madre actriz y un padre músico, actor y humorista, como Mex Urtizbera era factible que ella también lo fuera. Pero Violeta sostiene que ellos nunca insistieron sobre su carrera y que lo de la actuación, más bien, se dio como algo natural. Empezó a tomar clases de teatro con Hugo Midón y más tarde con Nora Moseinco. “No estaba obsesionada con la actuación pero no pude dejar de hacerlo”, recuerda. 

Cuando Violeta se dio cuenta que ser actriz era lo que más le gustaba, su padre le dio un empujoncito y la hizo formar parte del programa infantil "Magazine For-Fai", "For-Fai Deportivo" y "For-Fai Presidente" que se emitía, en ese entonces, en Cablín. Luego hizo su propio camino y pasó por “Locas de amor”, “Soy tu fan”,  “Amo de casa”  y “Enséñame a vivir” y “El pacto”, entre otros. 
También actuó en varias obras de teatro under y en la más actual y comercial “8 mujeres”, dirigida por José María Muscari, junto a actrices como María Leal, Norma Pons y Emilia Mazer, entre otras. Además tuvo pequeñas participaciones en cine en las películas “Una novia errante”, de Ana Katz, en “Un novio para mi mujer”, de Juan Taratuto y en “Francia” de Israel Adrián Caetano. Pero con “Julia”, el papel que encarnó en la serie televisiva “La Lola”, logró su primer Martín Fierro y un cariño de la gente que todavía la abraza. 
Actualmente se encuentra dictando clases de teatro con una amiga, para chicos, adultos e iniciados, y dice que le encanta la docencia “aunque no sea cosa fácil”. Además el 23 de Enero empieza a grabar “Los graduados”, la nueva ficción que emitirá Telefé en la que compartirá elenco con Nancy Duplaá, Luciano Cáceres y Daniel Hendler. Aparte de las grabaciones, Violeta tiene dos proyectos sobre tablas para este verano, se trata de dos obras independientes; una se presentará en el Centro Cultural Rojas, dirigida por Cynthia Edul y otra con la dirección de Mariana Chaud denominado “Isósceles”, una obra sobre la amistad, junto a Dolores Fonzi. Violeta irradia un optimismo que es el mismo con el que enfrenta su día a día.
Empezaste desde chica a trabajar en televisión ¿cómo fue para tu vida como estudiante y como compañera? ¿En algún momento te sentiste afuera de ciertas cosas por laburar desde tan chica?
La verdad es que no lo sé, porque esa era mi vida. Pero en ese momento no lo padecía, de hecho lo tomaba como un juego. Además hice “Magazine for five” que no me demandaba mucho tiempo y no es que me iba de las clases o faltaba a cumpleaños. También hacía teatro, pero ensayaba los sábados y la obra no era demasiado popular, entonces no es que todo el mundo me conocía y yo me sentía expuesta. Hasta los 18 años hice una vida de adolescente y no me perdí de nada, después empecé a trabajar más duro.
Tenés una relación algo "edípica" con tu papá, pero sin embargo preferís actuar con él no ¿Por qué?
Ahora justo voy a actuar con él en "Los graduados". Él hace un personaje y yo también, pero fue una casualidad. Los personajes no están súper relacionados, pero creo que en algún momento nos tenemos que cruzar.  Lo admiro pero la verdad es que no elijo actuar en algo que produce porque lo veo como un crecimiento de mi parte; por otro lado creo que me puede llegar a inhibir su presencia y uno trata de estar cómodo, desenvolverse naturalmente y quizá con un padre de por medio eso no pasa. Si tengo que elegir no prefiero, primero por mi comodidad y segundo porque estar compartiendo todo el día con él, no me interesa.

¿En qué formato te sentís más cómoda actuando? ¿En teatro, cine o televisión?
Las tres tienen lo suyo, me gusta hacer televisión aunque esté medio bastardeado. La televisión tiene eso de “descartable”, esa sensación de estar grabando una escena tras otra y después no sabes ni qué grabaste, en eso encuentro una diversión única. Lo veo como un entrenamiento, porque son muchas horas grabando, pasando por diferentes situaciones y personajes. Pero creo que si no tuviese el costado del teatro, podría llegar a caer en algo muy superficial. En el teatro independiente, que es lo que me gusta hacer a mí, intento participar, dar mi punto de vista y eso me hace crecer como artista. Pero no es que odio hacer tv y lo hago solo por plata, pero puedo prescindir. En cambio teatro under es algo que no me gustaría dejar de hacer nunca porque me llena mucho, me enriquece. Y trabajar en cine tiene su onda, me gustó, aunque siempre tuve papeles pequeños.  

¿Y cómo fue la experiencia en teatro comercial con la obra "Ocho mujeres”  y con la participación de actrices tan reconocidas?
A los 15 años ya había hecho una obra que se llamaba “Cenicienta la historia continua”, con Mariana Fabiani y hasta el momento había sido lo más comercial, pero como fue una de mis primeras experiencias lo viví como un juego y lo disfruté mucho. “Ocho mujeres” es la primera obra comercial que hice y la pasé bárbaro, me encantó hacerla y me llevé muy bien con el elenco. Al principio estaba inhibida, pero después me solté. Pero es lógico que con el elenco que me tocó me iba a cohibir (risas) Además, actuar de miércoles a domingo es una rutina que a pesar de ser agotadora, suma mucho en la formación actoral.

¿Crees que en algún momento te vas a cansar de ser actriz y vas a necesitar hacer otras cosas?
No sé, por el momento doy clases de teatro, con una amiga. Al principio solo formábamos a niños y desde hace dos años, también a adultos e iniciados. Es ese un espacio donde se desarrolla mi parte de “directora”, porque preparamos obras, y escenas y estoy desde afuera mirando y coordinando. La docencia, te alimenta y se te generan preguntas de todo tipo. Pero es algo complicado porque te tenés que poner pedagógica con los chicos, y en cierto punto, como una madre e incluso tenés que retarlos. Al principio era muy agotador, pero después le agarré el ritmo y dejó de ser caótico. Además es algo que te saca de la rutina y aprendés un montón. Pero así estoy bien, estoy muy contenta con mi vida.

¿Qué papel nunca encarnarías?
No sé si un papel, pero algo que me pondría muy nerviosa es actuar en otro idioma. Cuando tengo que decir una frase en ingles me transpiran las manos (risas), lo mismo me pasa con el canto porque es un momento de exposición total que me pone incomoda.

Sos criticada porque la mayoría de las veces, encarnás personajes cómicos ¿cómo te lo tomás eso?
Hay un prejuicio porque hago más comedia que drama, pero no estoy de acuerdo en separar esas dos cosas, de hecho me parece algo antiguo. La actuación tiene que pasar diferentes lugares, pensar un papel como “dramático” o como “cómico”, me parece un error. Creo que uno tiene que actuar lo más verdadero posible e ir probando cosas distintas. Yo tengo un punto de vista hacia la vida con sentido del humor y no puedo evitar hacer mis papeles con una pizca de "gracia". Todo me lo tomo con humor, me crié así y un papel con pura solemnidad no me interesa, me parece que tiene que haber algo de picardía en el personaje.

¿Cómo vivís tu papel en “El Pacto”, la tira sobre Papel Prensa que toca temás polémicos y comprometidos?
No me incomoda, mi papel es justamente de una mina de derecha y me divierte porque hago catarsis de todas las barbaridades que escucho por ahí o de todos los horrores que uno, quizá en un momento susceptible puede llegar a pensar y se prohíbe decir, porque sabe que son un espanto. Me divierte mucho hacerlo y el elenco está buenísimo. Con este gobierno estoy contenta a pesar de no compartir todas las decisiones o no entender ciertas cosas, pero me parece bien que se toquen estos temas que son de interés general.
¿Tenés alguna opinión sobre la baja de Mike Amigorena de “El Pacto"?
No, (risas) por suerte el elenco y la producción respetó mucho su decisión. Creo que si a él le generaba una paranoia o un miedo, es respetable. Quizá lo único criticable fue que tardó bastante tiempo en darse cuenta, pero Mike fue respetuoso y explicó su incomodidad y se lo respetó más allá de todo.

En “La Lola” ganaste el Martín Fierro “a la actriz revelación” ¿por qué crees que tu boom se dio ahí?
La Lola” fue algo muy particular, creo todo el elenco que participó ahí, se revolucionó. Fue mi primer protagónico y el de Luciano, también. A mí, la gente me sigue haciendo mención sobre mi personaje, el público se había encariñado mucho con el programa y la verdad es que no marcaba mucho rating, de hecho hice programas con más popularidad y no me decían nada por la calle. Pero lo que pasó fue que la gente que lo miraba era muy fanática. Fue un boom en Argentina y en el exterior, eso me asombraba mucho, cómo a tanta distancia la gente sentía ese fanatismo y se enganchaba con el programa y los personajes.

¿Qué crees que destacaste que en otro papel no?
No sé si hice algo distinto, pero lo que creo es que acá se generó algo especial en el grupo con mucha improvisación, y esa energía se potencia e inevitablemente le llega al espectador. Cuando te entendés con tus compañeros y hay conexión, en el “producto” final se nota.

¿Cómo es la relación con tus "fans"? ¿Crees que está bueno tener una relación cercana o que se rompe la mística?
En “Enséñame a vivir” (la tira que protagonizó junto a Pablo Rago) tuve una especie de club de fans y cuando ves a las chicas afuera del canal, no podés resistirte a charlar con ellas. Es imposible no generar buena onda o un mini-vinculo, porque sería súper agresivo de mi parte. En cierta oportunidad he ido a comer, pero nada más, claramente no me voy a hacer amigas, justamente la idea del fan es estar como "más arriba" y que te estén admirando, desde lejos. Porque sino el vinculo que generás pasa a ser otra cosa que no es lo que está planteado desde un principio.

En cierta oportunidad dijiste que no te sentías famosa ¿qué es ser famoso desde tu punto de vista?
La fama empieza cuando te siguen y quieren ver con quién estás saliendo o se habla de tu vida privada en cualquier lado o te hacen guardias periodísticas en tu casa. Pero esa fama no me interesa para nada. Una vez sola, salí en una revista con un ex novio y fue como un evento gracioso. Pero supongo que si pasa todo el tiempo es medio pesadilla. A mí me gusta que se me reconozca por mi actuación y nada más porque me interesa mucho mi vida social como por ejemplo ir a fiestas, a bailar. Y si me sintiese muy observada, me deprimiría mucho y la libertad de caminar con amigas o con quien sea, no la quiero perder por nada. 




2 comentarios:

  1. Que buena nota, y que lindas fotos!!

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  2. me gustó mucho, además no sabía casi nada de ella!

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