Teatro en espacios no convencionales

El sábado comienza el Festival Escena.

Txt Florencia Dopazo

No hay telón, ni escenario, ni butacas, pero hay teatro: 22 salas, que durante 14 días van a ser copadas por actores, directores y dramaturgos, dando lugar a la tercera edición del Festival Escena. “Nuestros espacios son no convencionales y la utilización de los mismo es de lo más diversa; suceden obras en los halls, en los baños, en la cocina”, explica Paula, integrante de Espacios Escénicos Autónomos.

Esta agrupación cuenta con establecimientos que son gestionados de forma independiente. Hace tres años que sus miembros se reúnen semanalmente para desarrollar un debate cultural, en torno a la problemática jurídica, económica, política y estética de las artes escénicas –teatro y danza- de la Ciudad de Buenos Aires. Sus presentaciones se extienden durante todo el año, y si bien el festival es sólo una de sus tantas actividades, es la más importante y la que más esfuerzo les demanda.  “No seríamos nosotros si no hiciéramos el festival”, asegura Paula.

Cuentan con un staff de muchísimos integrantes – en cada uno de los 22 sitios, hay un mínimo de tres personas en acción-  unidos por un mismo sentimiento. “Estamos todos enamorados de lo que hacemos - confiesa Paula- los teatros son nuestras casas, lugares de amor y mucho trabajo cotidiano”.

La devoción que poseen los miembros de Escena, los ayudó a superar hasta los obstáculos más complejos. Cuando comenzaron no existía una ley que contemplara sus particularidades; sus clubs culturales no podían funcionar, ya que tienen posibilidades económicas limitadas, por lo que les era imposible cumplir con determinados requisitos legales. “Por medio de gestiones, porque trabajamos en comisiones, se logró generar pequeñas modificadores, que permiten que hoy funcionemos de manera legal. Incluso fuimos declarados de interés cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires”, cuenta Paula, orgullosa. Sin embargo, cree que queda mucho por hacer en cuánto a la valoración y el cuidado que se les da a los lugares que producen cultura y arte. 

A partir del 13 de este mes comenzará la muestra en la que más de dos docenas de centros expondrán el resultado de su trabajo anual. Habrá teatro, danza, charlas, talleres y en esta edición se incorporará el mapa escena, que consiste en que miembros de distintos espacios, intervengan y actúen en salas que les son ajenas. El festival será a la gorra, para que no exista ningún impedimento económico y todos puedan ser espectadores. Más fácil no puede resultar: dos semanas en las que el teatro estará por todos lados, más que accesible, para todo aquel que quiera pasar y ver.

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